Emilie Pavlína Věnceslava Kittlová , conocida con el seudónimo de Ema Destinnová fue una soprano checa con reputación mundial, trabajó en las operas de Londres, Dresden, Viena, Praga, París y Berlín, en esta última de la mano de Richard Strauss , además del Metropolitano de Nueva York.
Hoy se la reconoce como la mejor cantante de ópera checa de la historia y su imagen aparece impresa en el billete de 2000 coronas.
Ema Destinnová: Cancicón de la Luna, Opera Rusalka de Dvořák
Primeros años
Nació como Emilie Kittlová la medianoche del 26 al 27 de febrero de 1878, era la segunda hija de Jindřišská y Emanuel Kittel, que heredaron del padre de él varias empresas y una inmensa fortuna, formaban parte de la selecta burguesía praguense, por lo que era común verlos en los espectáculos que se programaban en los teatros de la ciudad.
Emanuel era también promotor cultural por lo que tenía gran influencia entre las élites intelectuales de la ciudad, pero nunca consiguió hacer de su esposa Jindřišská una cantante de éxito. Con su hija Emilie en cambio la historia fue diferente.
Con cinco años tocaba el violín y con ocho años dio su primer concierto. A los trece empezó sus clases de canto con la profesora Marie von Dreger-Loewe a la que llamaban Destinn, éste sería su apellido artístico cuando posteriormente saltó a la fama.
El duro camino al reconocimiento
El camino de Ema Destinnová no fue nada fácil, su padre la presionaba para que se centrara en su carrera musical mientras le alejaba de sus posibles amantes, lo que le supuso gran frustración.
Siendo adolescente se enamoró de un joven campeón de ciclismo, pero no fue correspondida tal vez por influencia de su padre. Ema quiso suicidarse saltando del balcón de su casa, pero un amigo de la familia la sujetó por las trenzas y la metió en casa. Esto es lo que le dijo después del incidente:
«Soy una criatura tan miserable que pocos me han acariciado en la vida, pocos me han besado … y siempre tengo sed de amor puro, sincero y desinteresado».
En agosto de 1897 la humillaron en su primera audición para el Teatro Nacional de Praga, el director F.A. Šubert la rechazó con las siguientes palabras: Señorita, parece que está demasiado molesta con el canto. ¡Le sugiero que se duche!

Emilie era una joven de cabello y ojos negros, su piel no era tan clara como la de los eslavos ni alemanes, de ahí el prejuicio del director. En Dresde fue rechazada por “no tener ni voz ni talento”, y en el Teatro del Oeste de Berlín el director Hoffbauer le dijo que no podía cantar y que la veía fea.
Salto a Nueva York
Todos ellos habían rechazado a una de las mejores sopranos de la historia, que finalmente empezará su carrera exitosa en la Ópera de la Corte de Berlín, allí fue la prima donna durante diez años y la soprano favorita del káiser Guillermo II. En más de setecientas veladas interpretó a cincuenta y cuatro personajes y participó en doce estrenos, uno de ellos Salomé dirigida por el propio Richard Strauss.
Después la viuda de Richard Wagner le invitó al Festival de Bayreuth para que interpretase a Senta en El holandés errante.
Saltará a Londres donde hizo un gran amigo y pareja de canto, Enrico Caruso, con quien estrenó en el Covent Garden la Madame Butterfly de Puccini. La pareja artística extendió su éxito hasta el Metropolitan Opera de Nueva York.
En la cumbre de su carrera internacional llegó la I Guerra Mundial, Ema ayudó a la resistencia checa internacional llevando cartas en la almohada de su gato. Tras ser descubierta por la policía, se le prohibió salir al extranjero, por lo que se recluyó en su castillo de Stráž nad Nežárkou, al sur de Bohemia.
Allí pasó la Gran Guerra, y varios amores, se casó con un oficial del ejército mucho más joven, que la abandonó cuando vio que estaba arruinada.
Últimos años separada de la música
En 1928 Ema Destinová abandonó la música dando su último concierto en Londres, debido al décimo aniversario de la creación de Checoslovaquia.
“No hay nada peor que tener que mirar a una anciana en el escenario» decía.
Ema Destinnová
Se dedicó a la escritura, la pintura, la pesca y la lectura sobre alquimia y temática ocultista en general. Un bisabuelo suyo fue el Doctor Kittel, al que llamaban El Fausto del Norte de Bohemia, pues según las leyendas pactó con el diablo.
Su habitación era completamente negra y tenía un esqueleto junto a la cama al que llamaba Iván. Se había tatuado serpientes en su cuerpo ya poco grácil por la obesidad.
El 28 de enero de 1930 fue a České Budějovice a visitar a su médico por unas dolencias en la vista, durante la intervención quirúrgica sufrió un derrame del que no se recuperó.
Está enterrada en Praga, en el cementerio de Vyšehrad reservado para el descanso de las personas más relevantes de la historia checa, y Emilie Kittlova es recordada con una heroína.
En sus años de encierro en el castillo hubo personas que no la olvidaron, como el primer presidente de Checoslovaquía que la visitó varias veces. Lo consideran el padre de la patria y tal vez por eso le dedican el billete de mayor valor nominativo al señor Tomáš Garrigue Masaryk.
Ema Destinnová en el billete checo de 2000Kč
Ema Destinnová fue reconocida internacionalmente como la gran diva de la ópera, en los años previos a la I Guerra Mundial.
Su imagen fue utilizadaen 1996 en el billete de 2.000 coronas checas, el cual se sigue utilizando actualmente.
